muy ,muy .interesante..

Dejando claro y al margen que ni la difunta Unión Soviética, ni la actual Rusia, han sido ni son ejemplos de lo que podríamos llamar una †œsociedad democrática† (ni socialista, ni utópica, ni realizada), que las †œpurgas† de Stalin fueron muy reales, y que la forma de manejar la crisis de Chernóbil por parte de las autoridades fue desastrosa (y Gorbachov claramente responsable)... Postular como alternativa viable y revolucionaria a la gente de Euromaidán, defensores a ultranza de los ideales nazis (Pravy Sektor †“ Svoboda) y el conservadurismo ultra-religioso (Iglesia ortodoxa ucraniana), no es ni de lejos una buena opción al problema ucraniano (ni mucho menos la guerra en la que ha desembocado todo este lío).

Spoiler:

La forma en que se muestran a los distintos personajes de este †documental† es vergonzosa. El supuesto artista (un †œalma libre†, por decirlo de manera suave), victima del †œterror rojo† tanto él como su propia familia, es el †œtonto Aºtil† al que recurren tanto los fétidos productores como (soterradamente) el Movimiento y los amigos pro-occidentales (Kerry-Merkel). Llegados a cierto punto, el artista pasa de ser víctima a ser mártir de la causa (la transición, ese estado de paranoia-cobardía, es un mero recurso para no aportar pruebas fehacientes de la conspiración, una cortina de humo, una mera distracción para que el espectador no dude de las conclusiones finales). La cara de la madre del artistazo, durante el discurso final en la plaza y con los santos protegiendo las espaldas al orador, no tiene precio.
Lo de la cámara oculta en el bolsillo desgarrado de la zamarra es de chiste. Solo un anciano ex-funcionario borracho (emborrachado, mejor dicho) puede creérselo.

El mensaje maquiavélico del todo vale si el fin justifica los medios es el Gollum de esta historia, omnipresente pero apenas se le ve. Partiendo de un fin noble (defender a las víctimas del accidente nuclear y denunciar los resultados de la colectivización impuesta por Stalin durante la década de 1930) se llega a la imposición de los instintos más primitivos del ser humano, esa fe que ciega cualquier atisbo de lucidez. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en la película †œLa ola† (Die Welle †“ Dennis Gansel †“ 2008).

Pensar que el propio Sóviet Supremo conspiró deliberadamente para causar el accidente de Chernóbil es una idea totalmente disparatada, principalmente porque dicha tragedia fue uno de los factores clave en la ruina económica que provocó la posterior desintegración de la U.R.S.S.
¿El Politburó tirando piedras sobre su propio tejado? ¿Sin rodar cabezas, sin escarnio pAºblico? Nope!
Sin pruebas, lo suyo es aplicar el †œprincipio de Hanlon†: Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez (o a la incompetencia, en este caso).

Cuando un supuesto documental sustituye la objetividad por la subjetividad, cuando apela a los sentimientos en vez de a la razón y a la pura lógica, cuando recurre al engaño, a la falta de ética periodística y a la pseudociencia.... desconfiad! No se trata de un documental, se trata de propaganda.

Ondas de radio que doblegan la voluntad.... já!! Donde esté un buen panfleto audiovisual, que se quite todo lo demás. Es mucho más barato y efectivo.

"Pensar que el propio Sóviet Supremo conspiró deliberadamente para causar el accidente de Chernóbil es una idea totalmente disparatada, principalmente porque dicha tragedia fue uno de los factores clave en la ruina económica que provocó la posterior desintegración de la U.R.S.S." Es decir, ellos, al igual que todos los comunistas que saben hacia dónde va la historia,pues así lo dice el catecismo materialista dialéctico, jamás podrían haber tomado una decision que en el futuro se les volviese en contra, Un argumento interesantísimo y antes que nada "objetivo". La palabra "contrafáctico" os suena?
Viva Maduro!! Que viene a ser el Stalin del cual se desmarcarán en unos años, diciendo que ese no era el socialismo real, mientras hoy lo defienden. Podemitas, dan pena.

+Guerra Fría 2.0, gracias... muy buen análisis y he tomado nota de varias de tus reflexiones. Excelente!

ah, es sobre socialismo el documental? No gracias paso, aca en Venezuela lo estamos viviendo en vivo y en 3D y de verdad les cuento que no es nada atractivo. Chau

Definitivamente esta cinta cae en situaciones por demas absurdas. Desde hace tiempo se conoce la influencia de las ondas electromagneticas en el cerebro humano, especificamente hay estudios que pueden consultar en wikipedia sobre el efecto del infrasonido en psique humana. En su tiempo se penso que HAARP fue la respuesta de los estadounidenses al pajaro carpintero de los rusos. De hecho los estudios de la ionosfera sugieren que en efecto es posible producir sismos y alterar el comportamiento de patrones estacionales en ciertos lugares de la tierra. Esto hace alusion directa a las teorias de Tesla y en especifico a su ficticio "Rayo de la muerte".

Ahora tomar en cuenta el argumento alarmista de que uno de los prominentes dirigentes del partido comunista ordeno la destruccion de chernobyl y el desplazamiento y la muerte de miles de ucranianos y las consecuencias en varias partes de Europa es simplemente ficcion barata de diario amarillista.

Y para terminar como dice Ockham en su navaja filosofica: En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable, aqui el espectador puede inferir que una teoria descabellada con un hipster forzado al estilo Fox Mulder conspirafilico y de poca monta, nunca podra ofrecernos siquiera un remedo de verdad para pasar un fin de semana dados a la maledicencia con los vecinos del condominio. Asi que salud!!!!

No funciona, porque el metodo es tener una tesis y intentar de demostrarla. Es el metodo contrario al metodo cientifico y periodistico,,,mal documentario y muy politico