Le doy 10/10. No posee inmoralidad y, esto, podría aburrir a alguno. Es un filme costumbrista del Japón rural. ¿Por qué hay una carencia absoluta de la temática romántica o sexual; como de cualquier otro tema, que, en occidente, consideramos inmoral? Pues Japón es una cultura de herencia no lAºdica-sexual. Los padres tenían hijos, para que, éstos, los "amasen, a los padres"; y no viceversa. Esto pareciere egoísta aunque, para un japonés de antaño, el mayor acto de amor, era enseñar a amar y, que, esto, no se definiera por una caricia o beso, sino por trabajo y por gratitud. La película muestra esto, a través de las enseñanzas culinarias-heredadas. De cómo, la comida rica, es una razón, para vivir. Otro motivo, que, aquí, no se toca, es la mAºsica. Son los valores del Japón rural. La CASI ausencia de romanticismo, de este relato, es, porque, procrear era, tradicionalmente, para sobrevivir. Era, para tener alguien, quien te cuidase de viejo. Por lo tanto es una sociedad, cuya herencia cultural, es opuesta, a la que es nuestra. Los temas románticos o inmorales son inconcebibles, en su temática artística "rural". El Japón rural es la típica sociedad, en la cual, los esposos, tienen unos cinco encuentros conyugales, durante toda su vida matrimonial. ¿Alguien vio Gandhi?: tuvieron cinco encuentros, durante 50 años. El Japón urbano, como el que es rural, hogaño, es muy "aniñado o inocente" ... todavía ... pero, solo, de APARIENCIA; no obstante se LE ESTA CAYENDO LA CARETA. Se está occidentalizando, año a otro; es decir, volviéndose, ICASTICAMENTE (SIN CARETAS), lAºdico-sexual. Es una cultura de abolengo "pre píldoras anticonceptivas". Cada hijo NO era el resultado de cien, que no habían nacido. No. El hijo era una unidad de trabajo. Trabajar era la mayor expresión del amor. Cocinar resume todo el por qué del trabajo, la procreación, el amor y la vida. Esta película es IDEAL, para aquel espectador NOSTALGICO OCCIDENTAL, a quien le perturbe o bien aburra nuestra inmoralidad occidental; acerca lo cual, occidente, es campeón mundial ... no obstante, Japón, irónicamente, está pasando a ser el líder de la pornografía y los juguetes sexuales. ¿Quién hubiera dicho?: los extremos se tocan. Es como el mitológico ouruboros. Además no es solo esto. Occidente y, ahora, Japón, se sienten honrados de exportar cultura e instituirse, como escuelas globales, acerca de la inmoralidad. Por esto Aºltimo, que dije, esta película, debe ser, segAºn me lo imagino, para el NOSTALGICO JAPONÉS.

jajaja Julián coincido con vos :)

Julian, tu comentario me ha hecho el día.

No hagan caso a lo que dice Ismael, quien definitivamente parece ser un otaku frustrado que pone a Japón sobre un pedestal. Además de estar bastante mal informado, forzando significados donde no los hay.

Disfrute mucho este film, muy acertado el comentario de Ismael.