MALISIMA Y LARGA

Asombrado, pasmado, por la labor de Edgar Ramirez. Jamás en filme alguno pudo verse un actor más frío, inconmovible... un verdadero maniquí serio y hosco de facciones congelas que la trama para nada exige. Para poner esa cara durante toda la película podría haber estado cualquier muerto de susto. En las más de dos horas que dura el film apenas emitió un rictus de sonrisa faltando 45 minutos y otro faltando 5. Véanla para comprobar si no es así, al menos durante unos diez minutos, con eso bastará pues su rostro, sus facciones, sus miradas, sus pestañas, su boca, sus rictus... TODO, es continuo y hasta molesto. Vaya actor de mierda este.
Michael C. Pitt trata de equilibrar la balanza sobreactuando pero sin hacerlo mal, quizás sea quien más salva el dinero.
Una buena producción sin justificativo alguno, pues la trama tampoco amerita el derroche. Por lo demás, la fotografía y la edición de cierto nivel disfrazan también un poco el desastre.
Así como Netflix ha exibido películas tamaño Oscar, como El Irlandés, o la más actual y pequeña The Gentlemen, de aceptable factura, se ha mandado este engendro que es posible pueda disfrutar algAºn adolescente violento o necesitado de bajar su mente de los estudios en algo totalmente inAºtil.

Mala, larga, pésima historia, para nada lógica