SI, estoy de acuerdo la Primera es buena esta es absurda

En la 1 nunca Mato a Nadie estaba en su cabeza nada mas. Se ve que el que escribio la sinopsis de esta, no entendio la primero.

Excelente, mejor que la primera. La primera era un psicótico, pero a su vez daba a entender que los psicopatías con dinero hacen lo que quiera y el gobierno no hace nada. Mientras que la segunda una psicopatía con buenos planes,bien medibles para matar.

creo tiene mas comedia que nada y terror la otra te atrapaba en suspenso tiene buenas bandas sonoras eso me gusto xD

Lejos de estar a la altura crítica y satírica de la primera parte, esta secuela sacada directamente al mercado del video hogareño no llega nunca a sobresaltar desde el horror propuesto.

Es un slasher bastante improvisado en su confección narrativa, que diluye sus pretendidos momentos de sadismo con una cuota absurda de humor negro muy pedante y poco inspirado.

La cinta quiere dejar la impresión de que es inteligente y sagaz en su narración. Pero lamentablemente el resultado es un producto pretensioso y pedante al que se le nota de lejos su tufillo a cinta de segunda categoría que sólo usa el nombre de Patrick Bateman como vil estrategia para enganchar pAºblico.

La cinta trata de mostrar una oferta de terror slasher teñida con una fuerte base psicológica, la cual intenta brindar un análisis crítico sobre los peligros que los traumas mentales pueden ocasionar si se producen en personas predispuestas a convertirse en sagaces asesinos sociópatas que se mueven en las sombras y que para colmo de males exhiben una engañosa imagen exterior.

La historia nos presenta a una jovencita estudiante que intenta lograr algunas metas en su carrera profesional. Para ello irá manipulando las situaciones a su antojo, además de liberar sus instintos asesinos de manera solapada a los fines de llevar a cabo sus radicales ideas y alcanzar sus objetivos.

El tono de la película no es demasiado agresivo ni explícito, sino que más bien se presenta enjuagado con un humor negro medio tontón que no le hace ningAºn bien al producto general.

Las actuaciones son de mediocres para abajo. Mila Kunis da vida a la asesina americana que reemplaza al legendario Patrick Bateman. Y William Shatner aparece en pantalla interpretando a unas de las víctimas más preciadas de la psicópata.

En fin, en esta secuela todo es demasiado light y aderezado con las típicas salidas del horror donde los adolescentes universitarios interactAºan con sus bobadas en pantalla.
No se logra llegar ni de casualidad a la calidad de la primera entrega. Aquí el humor negro, la sátira y el terror están desarrollados de manera muy elemental y bobalicona como para verdaderamente estimular al espectador. Todo ello para colmo está desplegado con una atmósfera y una estética muy similar a las producciones baratas hechas para TV que sólo pueden ser digeribles si no se tiene otra opción mejor para ver.

La primera trata de un tipo aburrido que imagina asesinatos, pero nunca los cometio.

Solo hay dos cosas buenas en esta película: Mila Kunis y la canción del cierre.